En la sala donde se encuentra el llamado "Pendón de la Conquista", no solamente podremos ver este objeto. Además, veremos in situ un cubo de vino y dos paneles con la explicación de la Casa de Jérica (Xerica) y los Señores que ha tenido desde 1259 hasta nuestros días.


Vista parcial de la sala

El “Pendón de la Conquista” de Jérica es conocido también como “Matamoros”. El apodo proviene de la leyenda, que cuenta que se enarboló en lo alto de la torre del castillo, cuando éste fue arrebatado a los musulmanes. Éstos, no dispuestos a someterse al nuevo dueño, prefierieron despeñarse por por el cortado de la Peña Tajada, antes que rendirse.


Pendón de la conquista. Detalle

El Pendón original era más estrecho y tenía forma rectangular acabado en punta, solamente incorporaba el óvalo con una torre sobre las armas de la Corona de Aragón, que era el escudo heráldico municipal. Los óvalos de la parte superior con los leones, originalmente se situaban debajo de las armas aragonesas.

Este Pendón es un estandarte de tela cuadrilongo  rematado en dos puntas o farpas con caída. Del ángulo central le cuelga un adorno a modo de lazo, en el que se distinguen perfectamente las armas de la antigua Corona de Aragón.

Está confeccionado con seda de color amarillo ocre, de proporciones 1:2 aproximadamente, rematado con una bordura rosa pálido. En parte central tiene un escudo ovalado y en su interior un losange con cuatro palos de gules, cargados con un castillo mazonado y surmontado de una corona real abierta. Todo ello está rodeado por una ornamentación barroca y acostado por sendos óvalos, que contienen cada uno de ellos un león de gules rampante coronado, ambos mirando hacia el escudo. Además de la tela, también se conserva la moharra, una punta de lanza o flecha metálica que remata el asta.

El Pendón, salió de Jérica en 1936 y fue llevado a Suiza junto con otras piezas de valor para que no fuesen dañadas.

Volvió al municipio tras acabar la Guerra Civil, donde fue recibido con todos los honores. La vuelta se celebró con una procesión cívica por las calles de la población. Fue portado por D. Luis Monreal y flanqueado a ambos lados por los hermanos Llopis, fundadores del Museo Municipal. El cortejo de recibimiento estuvo acompañado por una banda de cornetas y tambores.

Hasta 1954 se sacaba en las celebraciones solemnes como la procesión del día de la patrona, Santa Águeda y el día del Corpus. Era costumbre que lo portara el miembro más joven de la corporación municipal. A partir de ese año se decidió hacer una reproducción para utilizarlo en estos actos y preservar el original.

El estandarte actualmente se conserva en una vitrina ubicada en una sala del Museo Municipal, dado su incalculable valor vexilológico.

Fue restaurado  por el equipo de Restauración Textil de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Politécnica de Valencia durante el período 2000-2004.

Los análisis de los tejidos y pigmentos ofrecieron datos sobre la cronología de la pieza. A partir de éstos se supo que la parte central, el escudo y los leones, es la más antigua remontandose a los ss. XIV-XV. La rocalla con volutas que envuelve el óvalo del escudo coronado pertenece a una remodelación hecha entre los siglos XVII y XVIII y la bordura (tela rosa adamascada) realizada en el s. XIX es la más tardía.

Estamos ante una pieza de gran valor, un estandarte histórico de uso inmemorial, utilizado por el Ayuntamiento de Jérica mucho antes del año 1837, el Decreto 157/2000 así lo reconoce y considera.

Existe un gran vínculo sentimental de los jericanos con la  pieza, por ello se ha conservado a lo largo de los siglos como emblema de la localidad, convirtiéndose en uno de los más importantes legados del vasto patrimonio de la villa de Jérica.