Encargado por la cofradía de caballeros de San Jorge, corporación militar que había sido fundada por Pedro de Xèrica alrededor de 1350, presidió el altar mayor de la iglesia de San Jorge de Jérica.
Templo cristiano documentado desde el siglo XIV, debió asentarse sobre una mezquita anterior, en lo que fue otrora los arrabales. Desde mediados del s. XVII se conoce con el nombre d la Sangre de Cristo y de San Jorge y así perdura hasta principios del XVIII. A partir de entonces y a raíz de la desaparición de la cofradía se dedica únicamente al Santísimo Cristo de la Sangre, actualmente patrón de Jérica.

ICONOGRAFÍA Y SIMBOLISMO

De acuerdo con lo pactado en el contrato sabemos que actualmente la obra está incompleta, falta de la predela y el guardapolvo.

San Jorge era originario de Capadocia y perteneció a una familia de noble abolengo La narrativa de las tablas conservadas están basadas en los pasajes que hablan de su vida en la Leyenda Dorada de Jacobo de la Vorágine (siglo. XIII) y tiene como escenas centrales la lucha de San Jorge con el dragón, en la tabla principal, y la Batalla del Puig de Enesa de 1237, en la espiga.

Respecto a la representación principal, el proceso narrativo de la composición gira en torno al diálogo entre la caballería y la religión. San Jorge aparece como valeroso caballero que vence al mal en presencia de una princesa que en ocasiones se identifica con la Iglesia. En la tabla cimera se narra la toma de Valencia y la ayuda milagrosa que recibió el Rey Jaime I de San Jorge en su lucha contra los musulmanes. La Virgen María se convierte en el vínculo principal entre las representaciones de san Jorge hiriendo al dragón, en presencia de la princesa, y la batalla contra el infiel. En la primera de las escenas laterales, la Virgen solicita la presencia de su caballero, San Jorge, con el propósito de que dé muerte al dragón y asista en el triunfo de la cristiandad. Vencido el maligno, la princesa lo conduce hasta las puertas de la ciudad y San Jorge promete a sus habitantes que le daría finalmente muerte al dragón una vez se hubiesen bautizado. Cumplida la misión encomendada por María, San Jorge abandonó la vida militar y predicó contra los dioses de los paganos, actitud que alertó a Daciano, el gobernador, y originó su martirio.

Los tormentos para que San Jorge renunciara a su Fe fueron muy crueles y en uno de ellos fue aserrado. Llegada la noche, el bienaventurado se encontraba en su celda cuando fue confortado por Jesús y un séquito de ángeles. Las palabras de Jesús le hicieron olvidar todo lo que había padecido y también le dieron fuerzas para los siguientes martirios, siendo en uno de ellos arrastrado por un caballo hasta el lugar del sacrificio.
Finalmente, fue decapitado por orden del gobernador quién a su regreso a palacio pereció abrasado por un rayo, junto a los suyos.

Es indudable la inspiración que al autor del retablo de San Jorge de Jérica le proporcionó otro retablo pintado años atrás y también dedicado al santo caballero, conocido como el del Centenar de la Ploma, actualmente custodiado en el Victoria and Albert Museum de Londres. Así llamado está porque perteneció a esta célebre cofradía valenciana de ballesteros.

ESTILO

El retablo es una obra importante de la pintura gótica valenciana del segundo periodo del internacional. Sobrino del pintor Pere Nicolau y hermano de Jaume Mateu, Berenguer Mateu es uno de los grandes creadores del Reino de Valencia y su estilo conecta con la pintura de las cortes europeas del Norte de Europa e Italia. El fuerte expresionismo de algunos de los comparecientes en las escenas es una de las características del estilo al que corresponde la obra, el cual y por sus tipologías comunes en el ámbito europeo se conoce con el nombre de gótico internacional.

EL RETABLO

TABLA 1

El santo caballero acude al llamamiento de la Madre de Dios para cumplir una misión y como si se tratase del pañuelo librado por la dama a su caballero, María le anuda la capa

TABLA 2

“Jorge, de un salto, se acomodó en su caballo, se santiguó, se encomendó a Dios, enristró su lanza, y, haciéndola vibrar en el aire y espoleando a su cabalgadura, se dirigió hacia la bestia a toda carrera, y cuando la tuvo a su alcance hundió en su cuerpo el arma y la hirió”.

TABLA 3

“Acto seguido echó pie a tierra y dijo a la joven: “Quítate el cinturón y sujeta con él al monstruo por el pescuezo. No temas, hija; haz lo que te digo.” San Jorge se dirigió a los monarcas y ciudadanos para “tranquilizarlos: “¡No tengáis miedo! –les decía-. Dios me ha traído hasta esta ciudad para libraros de este monstruo. ¡Creed en Cristo y bautizaos! ¡Ya veréis cómo yo mato a esta bestia en cuanto todos hayáis recibido el bautismo!”

TABLA 4

“El gobernador trató de hacerle ver la conveniencia de que renunciara a su fe, mas al no conseguirlo ordenó que le dieran los siguientes tormentos: que le ataran a un potro, que le rasgaran las carnes con garfios de hierro, que le aplicaran teas encendidas a sus costados, que le quemaran las entrañas tras ponerlas al descubierto y que le restregaran con sal todo su cuerpo llagado.”

TABLA 5

“Después de haberle torturado tan atrozmente durante todo el día, al llegar la noche el Señor rodeado de vivísima claridad se apareció al mártir, lo consoló con dulcísimas palabras, y lo dejó tan confortado que a Jorge le pareció que cuanto había padecido a lo largo de la jornada carecía enteramente de importancia.”

TABLA 6

“Daciano, en cuanto expiró su esposa, condenó a Jorge a ser arrastrado por la ciudad hasta llegar al sitio en que había de ser decapitado, al día siguiente se ejecutó la sentencia. El santo, antes de morir, rogó al Señor que se dignara conceder a cuantos le pidieran algo por mediación suya lo que solicitasen, y mereció oír una voz que decía desde lo alto: “Ten la seguridad de que este ruego tuyo ha sido escuchado en el cielo y será tenido en cuenta”.

TABLA 7

“Acto seguido el verdugo segó la cabeza del invicto mártir. Su muerte ocurrió en tiempo de los emperadores Diocleciano y Maximiano, que iniciaron su gobierno hacia el año 287 de la era cristiana. Daciano presenció la ejecución, pero acabada la misma, cuando regresaba a su palacio con varios acompañantes, tanto éstos como él perecieron abrasados y carbonizados por una ráfaga de fuego que repentinamente cayó sobre ellos desde lo alto.”

TABLA 8

Representación de la batalla del Puig, en la que san Jorge motiva el triunfo de la Iglesia en la cruzada de Jaime I contra los musulmanes. Esta iconografía está inspirado en uno de los pasajes del Llibre dels Feyts o Crónica Real de Jaime I y en la Crònica i dietari del capellá d´Alfons el Magnànim cronológicamente más cercano a la obra.